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Foto del escritorDadanza

Del punto de fuga, de la poesía en movimiento

Actualizado: 7 dic 2020


Gestos entreverados aparecen como escarchas flotantes entre mazmorras

Verla, compartirla, escucharla en los momentos más inesperados, en los modos más inusuales.


Un detalle a los pies que se mueven. Todas las formas de pie. Todas las formas de dedos. La fisonomía de la planta: sin puente, con puente. El maquillaje diverso de las uñas. Atrás, todos los escenarios posibles, infinitas texturas se suceden una tras otra como fondo de ese cuadro en el que unos pies se mueven.


Jugar a ser ese poema andante, danzante, transformante. Salir de la abstracción de la mente y de la virtualidad del pensamiento para ser inspiración, acción, poesía, magia encarnada. Encantamientos que se viven con el fervor de la imaginación al mando. ¿Detalles improbables en una noche de fuego? ¿Abrazos que atraviesan todas las capas de los cuerpos sutiles? ¿Miradas que desarman?


Todo esto es poesía en movimiento. Danzarse los bosques. Caminar bajo la lluvia. Leer el periódico defecando en el sanitario. Depositar las heces directamente en un hueco, en la tierra. Alimentarse de los árboles frutales que están cerca de la casa. Detenerse en la prisa a respirar. Un hocico de perro asomándose por el hueco de una pared. Un señor sentado bajo la arboleda, que brinda sus manifiestos sin el menor remilgo. Dejar de hacer lo que estás haciendo para salir a dar una vuelta al atardecer, observar la transformación cromática del cielo, deleitarse con el rosa, naranja, dorado de las nubes.


A decir verdad, Isabel Fraire lo expresa mejor:


8 ½ | Isabel Fraire (México)


No es cuestión de hacer un esfuerzo y de ir en contra de la corriente…

Con lo cual no sé lo que quiero decir

Con lo cual no sé

Con lo cual…

No es cuestión

De hacer más

No es cuestión

Tampoco

De dejar brillar la luna y contemplarla

A solas

A secas

No es cuestión

No

De danzar una ronda interminable de caretas y gestos dirigidos

Ni de inventar el pétalo en que tiemble

De nuevo

La primera gota de rocío

No

Abrirse ¡pero cómo!

Como una flor tocada por la luz

Desentrañar gritar buscar abrir cerrar

Buscar

Unos labios y en los labios

Lo que ya sabemos

Y se pierde

No es cuestión de

Esperar

La aparición de un dios

En el lugar insólito

En Gomorra incendiada

En Sodoma

En el centro mismo de un corazón que ignora

En el nuevo relámpago

De luces mercuriales

O de ojos que brillan

Que buscan

Que prometen

Ojos que son tal vez quién sabe

El reflejo de una nada que se busca

Se excede

Y se proyecta

En una sombra inmensa

En su contrario absurdo

En un total

Un todo

Un Todo

Tan inalcanzable e incomprensible

Como la nada misma

El Absoluto

Reverso de sí mismo

Y un andar y un andar

De hormigas careando

De huestes siempre infieles

De torturas y goces

Incompletos

Y un andar

Un

Andar andar andar

Ya veo

Qué veo

Me veo

Y veo lo mismo

Y

Nada

No era

Después de todo

Lo que yo quería decir

Sino

“la marquesa salió a las cinco”

Sólo que para poder salir a las cinco

La marquesa

Tuvo que regresar al vientre de su madre y volver a salir

Pero sin esfuerzo

Sin esfuerzo

Porque yo y tú

Somos la luna

Y por eso brillamos

Sin esfuerzo

Y si no lo crees mírate brillando sin saberlo

__

Poema maravilla. Antologado por Octavio Paz en lo que se llamó, precisamente, “poesía en movimiento”, aparecido en 1966.


PARA EXPANDIR

Pies en la tierra:

Danzando en los laureles:

Andante

La tierra para quien la danza

Astro sol




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