"En los días de lluvia y de soleada hojarasca color oro, un número de seres relata la historia de la atravesada palabra de la maga sacerdotisa, quien adelantaba la manifiesta templanza del universo desde sus actos de sabiduría cotidiana. Entonces aparece esta escena: una sala estrecha concentra el calor. Una reunión en silencio, un perro nos acompaña en la velada. Van y vienen los espíritus, vuelan las ideas, se materializan los hechos. Un gesto soñado, danzar en el bosque nos nutre el alma y el caminar. El baño primavera es la inmersión de mis formas en cascada singular. La arquitectura natural, es, de verdad, impresionante"
Textos de Dora Ortiz, María Tarazona, Jorge Londoño y Astrid Aristizábal.
“Tiempo para ser y no ser. Para dejar de ser entre un cúmulo de palabras y actos”
Era un fin de semana, pero no uno más en el calendario. Con la sonrisa más enorme
dibujada en mi rostro preparé la maleta, como siempre, con esa voraz necesidad de
comerme el mundo. Sí, Santa Elena es un lugar de esos para enamorar y caer en brazos de
la belleza. Allí en la casa del viento, donde no había tiempo ni espacio, porque el tiempo y el
espacio eran el centro mismo, se reunieron un montón de humanos con múltiples
escenarios.
Me enamora el silencio que posee este encuentro,
miradas, palabras, gestos y risas,
un manojo de asombro, regocija mi alma.
Los zapatos en la entrada,
como siempre, con los pies descalzos,
cual humilde explorador.
Ah…
Mujeres y hombres,
más que su arte, su belleza profunda.
Un gato, una cocina, algo de música,
luz de la noche, entre baile se excitan los espíritus,
y la cocina es el espacio de los artistas del hambre.
Un ritual a la luna evoca la presencia de los ancestros que habita a cada uno de los seres
que me acompañan en este tiempo/espacio, vino como sangre, luna como diosa; ofrenda
sagrada. Se siente la presencia del espíritu, se siente la fraternidad. Dormir juntos, no es
más que el acto de sentirse en el otro y de sentirse vivo, en momento nube, todos hicimos
parte del otro al preparar el espacio de descanso. Bailamos en las noches, se hizo música,
parecía que los dioses del arte nos rondaban para hacer parte de nuestro encuentro, de rato
en rato, de tiempo en tiempo.
La belleza, la alegría, la novedad, el asombro, las ganas, el arte, todo en alquimia absoluta.
Por si fuera poco, los momentos de gracia, de chiste que no falta, de descordura, los
momentos que solo uno ve, y quizá otros también.
Proponer como medio de solución, arrasar con la distracción de la negación, hablar en
positivo, transmutar, elevar, cantar, bailar, evocar la profundidad de cada acto y cada
palabra, salirse de la victimización, de la crítica y de la idealización. Vivir el presente, ese
presente que cada uno vivió en Momento Nube.
Texto: Dora Ortiz
Si fuéramos polvo de estrellas brillaría nuestra tierra
Si fuéramos solo luz atravesaríamos dimensiones
Si fuéramos solo amor nuestros ojos reflejarían el cosmos
Si fuéramos aire bailaríamos junto a los árboles
Si fuéramos puro fuego arderían nuestras llamas internas
Si fuéramos agua nuestros latidos serían más profundos
Si fuéramos luz de luna seríamos sublimes
Si fuéramos sonidos seríamos como el río
Si fuéramos amapolas
Si fuéramos abejas
Si fuéramos hojas
Si fuéramos olas
Si fuéramos nubes
Si fuéramos hormigas
Si fuéramos margaritas
Si fuéramos soles
Si fuéramos
Si fuéramos
Si fuéramos
Pero solo somos,
somos puros,
somos vida,
somos energía,
somos seres,
somos espíritu,
somos humanos
Texto y fotografía: María Tarazona
I
(Casa del aire)
Cuando el sol se despereza
se enderezan las briznas de hierba
Se evapora el rocío
memoria cristalina de la noche
(la luna radiante
sobre la niebla entre los oscuros pinos
junto a ella Venus
apenas dos veces vista)
Algunas gotas todavía
alcanzan a besar mis pies
Me hago maraca
al estirarme frente al día
hora de asolear el cuero
prepararlo para entonar
el pulso de mi palabra
Dos golpes suaves en el pecho
(por placer y no por culpa)
y una palma y se repite
sobre esta batería
aclaro la voz
sí sí sí
no no no
y juego
salto de estrella
mono travieso
arco del triunfo
cola de raya
Jadeo
rocío de sudor en mi pelo
se evaporan mis contradicciones.
II
(Bosque)
Así listo
me encamino hacia el bosque
descalzo
por sus senderos pantanosos
hago equilibrio sobre mi silencio
Dentro de la boca cerrada
le llevo a la quebrada un versito
Entre árboles mohosos
los ojos de poeta
forman una morada de sombra
Entro
la luz penetra por los poros
de las paredes de hojas
llueven rayos
Como agua subterránea
sigo el declive del terreno
hasta su arteria
Al llegar a la cascada
hablo
me lavo los ojos
con palabra santa
Me desnudo por completo
sumergido
llego hasta la espuma
agarrado de las piedras resisto
me baño en el torrente
me suelto y me dejo llevar
hasta una orilla del sol
allí le pido que me abrace
Espero escucho
quiero ver al colibrí
sentir su pulso en su aleteo
Mientras tanto
plácidamente
me evaporo.
Textos: Jorge Londoño
I
Ronda en las manos
despierta la libélula, vuela
por canales de amplia luz
a través de las ramas de
la arboleda fragante.
Una ambición se cura desde
este barranco donde la
jungla comparte con el fríjol,
la palma convoca la espesura.
En estos seres me pierdo yo,
aquí soy
en esto creo
en su danza serena
y su comunión armoniosa
entre portes bajos, anchos, medios,
raros.
II
¿Cómo decírtelo?
Aunque 1000 veces lo diga
mi aliento no basta
por eso vengo de visita
a mi casa verde
a recuperar la pista
la redención de fulgor
ocre, tornasoles, brillo en la saliva
dicen los peces que hoy el amor
me llamó.
III
kalimba
ukulele 2
guitarra1
guitarra2
guitarra 3
llamador
cuenco
didgeridoo
pandereta
bongo1
bongo2
ocarina
xilofono
palo de agua
ukulele
FYAH!!
Textos: Astrid Aristizábal
Si no nos damos oportunidades para esto, la abulia se propaga.
Natura es el sitio donde quiero estar, el bosque es el campo querido donde danzo más lindo, más tranquila. El movimiento de los árboles se ensancha desde las hojas en faena y torción con el viento. Este humano ser recoge alegres fotos verdes, fucsias, naranjas, rufas, blancas, rojas.
Aglomeración de nube Condensamos Tejemos realidad Hoy no tengo miedo, hoy entré en la caída, ya estoy en la caída.
La sacerdotisa
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